ARTÍCULO FINAL
Cuando inicie la carrera de educación
infantil no me imagine estudiando literatura, es más, podría decir que, después de
lo mal que lo pase en la ESO, no pensé que volvería a tocar esta asignatura
otra vez. En este segundo curso, supuse que dar literatura iba a ser como en
secundaria: aprenderse autores y sus principales obras, tener que analizarlas y
sacar todas las características que encontrásemos e, incluso, tener que memorizarme
un montón de información para después escribirla en un examen y, al final, no
haberme enterado de nada.
Sin embargo, me lleve una grata sorpresa
el primer día cuando se nos presentó la asignatura, ya que he podido ver la
literatura de una manera diferente a la que estaba acostumbrada. Si, ha sido un
completo reto porque me he enfrentado a enfoque sobre la literatura al que
nunca me había expuesto y, además, he conseguido apreciarla de una manera que,
con ningún otro profesor, he podido hacerlo.
La verdad es que creo que a través de
todas las actividades que hemos realizado, he aprendido muchas cosas
individualmente, pero, también, he aprendido muchas otras en conjunto. Es decir,
que cada actividad tenía su aprendizaje individual, pero al mismo tiempo estos
cinco bloques han tenido su aprendizaje en común, además de la relación que
tienen.
En el primer bloque pudimos apreciar lo
que era la literatura, cómo ha ido evolucionando a lo largo de los años, qué
autores fueron los más destacados y, lo más importante, la diferencia entre un
texto literario, un texto paraliterario y un texto no literario.
De este primer bloque creo que lo más importante es poder diferenciar estos tres tipos de texto puesto que, como lo hacia en un principio, tendemos a pensar que todo libro es literatura y, por lo tanto, un texto literario.
Uno de los mayores fallos que he podido apreciar es la
forma de enseñar la literatura actualmente en los diferentes ciclos de
la educación, más específicamente en primaria y secundaria. Dicho fallo, es que no se enseña la
diferencia entre estos tres textos, sino que se centran en hacer comentarios
de texto o exámenes sobre libros que se les obliga a leer. La consecuencia de
estas actividades es que, aparte de perder el interés por la literatura y la
lectura, llegamos a pensar que todos los textos son literarios porque ¨todos
los libros son para desconectar de lo real y adentrarnos en lo imaginario¨.
Como he dado tanta importancia a este tema quiero volver a exponer la diferencia entre estos tres tipos de texto puesto que, todavía, muchas personas no acaban de diferenciarlos.
Los textos literarios son aquellos que su primer objetivo es el artístico y su función predominante es la poética, que será evidente en el carácter simbólico del lenguaje, en el uso especial de las estructuras lingüísticas y, además, se hará uso de tropos y figuras literarias
.
Por otra parte, deben pertenecer a uno de los tres géneros: narrativa, poesía o texto teatral, y, debe ser un texto de ficción, aunque esté basado en hechos reales.
Los textos paraliterarios son un
género dentro de la literatura, pero, sólo cumplen con algunas de las características,
antes mencionadas, de los textos literarios, sus objetivos son didácticos y están
destinados al consumo de masas.
Los textos no literarios tienen
una función referencial o informativa, por lo que tienen una finalidad
específica y están enfocados a un único tema.
Por último, debemos destacar que la
literatura no ha sido creada para utilizarse como un recurso didáctico o moral,
como se ha hecho durante siglos, sino que se creó con la finalidad de disfrutar
de las historias ficticias que se nos relatan. Por consiguiente, la literatura
infantil está creada para que los niños se sientan identificados con los
personajes principales de las historias que se les relata y, además, puedan identificar
a las personas que les rodean a través de los personajes secundarios. Sin embargo,
lo más importante es que, al igual que los adultos, puedan disfrutar de la historia que se les narra dando
paso a su imaginación que es infinita.
La primera actividad que realizamos fue escoger
un libro literario para los niños de infantil, del que debíamos analizar los aspectos del
formato, los aspectos del contenido y, finalmente, dar nuestra opinión
sobre la actividad planteada y lo que pudimos aprender de ella.
Podría exponer el libro que elegí y hacer
un breve resumen del análisis que lleve a cabo, sin embargo, considero que es
más importante exponer qué ha sido lo que he aprendido de esta actividad.
Lo primero y más importante que he
aprendido es que, para elegir adecuadamente un libro para los niños de infantil,
debemos tener en cuenta sus características evolutivas y madurativas, la etapa
en la que se encuentran, sus necesidades evolutivas y, sobre todo, sus gustos e
intereses. Si no tenemos en cuenta estos factores, probablemente les propondremos
libros que no les cause ninguna gracia ni interés y, como consecuencia, iniciaremos
una apatía por la literatura.
Yendo a la parte más teórica, creo que haber
tenido que realizar el análisis de un libro literario ha sido una actividad que
me ha enseñado que conocer un libro en profundidad es muy importante para poder
marcarnos unos objetivos, tanto personales como a nivel de clase, de lo que
queremos transmitirles a los niños con dicho libro, a parte de hacerles
disfrutar al máximo del relato que se les está narrando.
Considero que si desde un principio,
damos el primer paso de tener clara la diferencia entre la literatura y la paraliteratura
y, además, somos capaces de analizar un libro literario de la manera que lo
hemos hecho en esta actividad, podremos dar los siguientes pasos con una mayor
seguridad.
Pero, también, habremos causado una curiosidad en los niños para que empiecen a tener un contacto con la literatura, de tal manera que poco a poco vayan incorporando voluntariamente el hábito de leer en su tiempo de ocio y, además, disfruten de la lectura.
En el segundo bloque aprendimos lo que
era un cuento folclórico, a como adaptarlos a nuestras aulas de infantil y
porqué es tan importante hacer uso de los cuentos folclóricos en nuestras
aulas.
Antes de enfrentarme a este bloque, tenía
un mal concepto de lo que era el folclore, pensaba que eran los típicos cuentos
tradicionales o leyendas que escuchamos tantas veces de las bocas de nuestros
abuelos y padres. También pensaba que eran aquellos que eran del género de
terror mayoritariamente.
Sin embargo, gracias a la actividad
propuesta, he podido aprender lo que en realidad es un cuento folclórico y,
además, conocer las versiones originales de muchos cuentos folclóricos que han
sido adaptados a lo largo de los años para los niños e incluso para los adultos.
Por lo tanto, ahora sabemos que el folclore hace referencia, en la literatura, a los diferentes aspectos de la cultura popular como son las canciones, las leyendas, las fábulas o los cuentos maravillosos, y que los cuentos folclóricos son aquellos que están destinados a ser literatura de grupo o de familia.
También hemos aprendido que hay tres características fundamentales en los cuentos folclóricos como son el anonimato, puesto que tienen tantos autores como personas los han narrado; la oralidad, ya que se contaban de manera oral hasta que alguien los recogió de manera escrita; y la multiplicidad, porque cuentan con diferentes variaciones u adaptaciones según las personas que los hayan contado o según las culturas en las que han sido narrados.
Dentro de estas características se habla de un concepto que es muy importante y que, en la actualidad, estamos perdiendo mucho, este concepto es la oralidad. Pensareis ¿cómo es posible que estemos perdiendo la oralidad, si los seres humanos nos comunicamos y entendemos a través de la palabra? Es verdad, nos comunicamos a través de ella, pero, ¿de verdad nos entendemos? Para poder entendernos primero necesitamos escucharnos y, lamentablemente muy pocas personas todavía guardan ese privilegio.
Volviendo a la oralidad, ¿quién recuerda
la última vez que escucho a sus abuelos contándoles una anécdota? O aquellos
que tengan niños pequeños a su alrededor, ¿cuándo fue la última vez que les contasteis
un cuento de manera oral mientras ellos se imaginaban las escenas que les
relatabais?
Necesitamos hacer uso del folclore en nuestras
aulas porque necesitamos devolverles, a los niños, la vivencia de la palabra
que ha perdurado durante generaciones y qué mejor forma que hacerlo que a
través de la literatura.
En esta segunda actividad he podido descubrir
que los cuentos que ahora están adaptados para los niños y que muchas veces consideramos
que son los originales, en algunos casos están muy lejos de la realidad porque
son eso, adaptaciones.
Es verdad que muchos de los cuentos folclóricos
tienen unos contenidos muy fuertes para los niños, pero, como aprendimos en el
bloque uno, debemos elegir los cuentos según las necesidades evolutivas, los
gustos y los intereses de los niños. Pero, además, como maestros, contamos con
una gran ventaja y es que nosotros podemos coger el cuento original y adaptarlo
a los niños de nuestras aulas para que, sin perder la magia del cuento
original, los niños lo sigan disfrutando a través de su imaginación y de la
palabra.
Sin embargo, no es suficiente elegir adecuadamente
el cuento que vayamos a contarles o nárrales, tampoco es suficiente adaptarlo, sino
que además de estos primeros pasos, también es necesario que elijamos el mejor
momento para contar los cuentos folclóricos y, al mismo tiempo, los niños lo
disfruten con todos sus sentidos.
Como los cuentos folclóricos son cuentos
de grupo, debemos utilizar esta característica a nuestro favor y crear un
ambiente agradable, cálido y acogedor para que los niños se sientan cómodos
cuando les contemos estos cuentos.
Cuando acabemos de nárrales el cuento,
podemos realizar un cuento-fórum donde hagamos una serie de preguntas,
previamente preparadas y revisadas, con las que podremos entender lo que los
niños han percibido del cuento. Estas preguntas no se harán con la intención de
saber si los niños han comprendido la historia o si han conseguido extraer lo
que nosotros creemos que deben aprender de dicho cuento, sino que se harán con
la intención de conocer lo que los niños han descubierto a través del cuento
desde sus experiencias personales.
Al igual que con la primera actividad,
podemos y deberíamos analizar el cuento que vamos a contar a los niños puesto
que, es una forma, de conocer en profundidad el cuento y a sus personajes de tal
manera que no se pierda la esencia de cada uno de ellos cuando les contemos la
historia. Como hemos visto y puesto en práctica en los siguientes bloques, es
imprescindible que, cuando estemos relatando la historia, se mantenga la
esencia del cuento y de cada uno de los personajes que lo componen porque,
gracias a ellos, el cuento cuenta con una magia que permite que los niños
imagen las escenas que se les está narrando.
Algunas de las ventajas de los cuentos folclóricos es que podemos hacer de ellos una creación literaria, que es el bloque del que hablaremos a continuación, ya que después de contarlo en clase podemos proponerles a los niños que dibujen algunas escenas del cuento para que después, nosotras, encuadernemos estos dibujos y coloquemos este libro en la biblioteca de aula o en el rincón de lectura dando, así, a los niños libre acceso a su creación. Además, otra forma de contar estos cuentos es a través del teatro que se puede preparar con los niños y, más tarde, representarlo frente a los padres.
Para finalizar este segundo bloque, he de decir que una de las cosas más difíciles con las que me he encontrado en esta actividad ha sido la elaboración de las cuestiones que se realizarían al final del relato en el cuento-fórum. Gracias a los comentarios de mis compañeras y de mi profesora, Irune, he intentado elaborar las preguntas lo mejorar que he podido ya que, muchas veces, construimos las preguntas pensando que son las adecuadas para que conocer lo que los niños han sentido con el cuento desde sus vivencias, pero, en realidad, estamos influenciando a sus reflexiones de manera indirecta y, eso es algo con lo que tenemos que tener mucho cuidado puesto que, como he repetido muchas veces, la literatura infantil es para que los niños disfruten de ella y no para hacer uso de ella de manera didáctica. Sin embargo, considero que eso es algo que también se ira corrigiendo con la práctica y cometiendo estos errores ya que, sólo si nos equivocamos, seremos capaces de corregir esos fallos hasta llegar a las preguntas correctas, en este caso.
En el tercer bloque, al que hemos hecho mención antes, se nos invita a adentrarnos en la creación literaria. Creo que, entre todos los bloques, este es uno de mis favoritos porque podemos descubrir en todo su esplendor la literatura creada para y con los niños y niñas de nuestras aulas.
Los docentes contamos con muchos recursos para poder crear una biblioteca de aula y un rincón de lectura. Sin embargo, estos recursos no siempre son factibles y, en ocasiones, no se puede contar con la colaboración de todas las familias puesto que, algunas de ellas, no pueden colaborar o incluso, a veces, el hecho de que los niños lleven su cuento favorito a clase se puede convertir en una solución en contra porque, dependiendo de las edades, a los niños todavía les cuesta compartir, sobre todo, aquellas cosas que más les gustan.
Para poder solucionar estos inconvenientes,
las maestras contamos con una gran ventaja que es la creación literaria. En
este aspecto tenemos dos tácticas para llevar a cabo la creación literaria: la
primera es que, a través de unas estrategias, conociendo el momento evolutivo
de los niños, sus gustos e intereses, y con mucha imaginación y creatividad,
creemos una serie de cuentos, teatros, poemas, etc. para los niños, también es
importante que el lenguaje sea el adecuado a la edad de los niños y niñas. Por
otra parte, si ilustramos nuestras creaciones, debemos intentar que la imagen
predomine sobre el texto y que refleje la historia con una secuencia correcta y
completa.
Si llevamos a cabo la creación literaria
para los niños tenemos que saber que nuestros libros no deben ser estereotipados,
ni mucho menos tener una finalidad didáctica porque, como vimos en el bloque
uno, los libros literarios son para el disfrute de los niños y no para transmitir
una enseñanza moral o didáctica. Con esta primera táctica no sólo tenemos una solución
muy accesible, sino que también tendremos una biblioteca de aula mucho más
original ya que en ella se colocarán todas las creaciones que hemos realizado
para los niños.
La segunda táctica es similar a la primera, solo que en vez de ser nosotros los autores, lo serán los niños de nuestras aulas. Para poder llevar a cabo esta segunda táctica primero tenemos que planificar esta actividad porque no podemos dedicar mucho tiempo a estas creaciones, aunque sería fantástico. Después, se les propondrá una pocas estrategias de creación en prosa, en verso o teatral, que sean adecuadas para su edad, y aquellas que les hayan causado curiosidad serán con las que se trabaje.
Cuando creamos textos con los niños, las maestras pasamos a ser mediadores en la actividad, nuestra función es coordinar los turnos de palabra, fomentando la creatividad y fantasía de nuestros alumnos y alumnas, y elaborar la redacción definitiva que será leída a los niños para que den el visto bueno al resultado obtenido. Debemos tener siempre presente que esta segunda táctica de creación literaria, es colectiva y oral por lo que deben de participar todos los niños y, nosotros, debemos recoger las ideas de manera escrita.
Al igual que con la primera táctica, las creaciones literarias de los niños se dejarán en el rincón de lectura provocando, así, que los niños tengan un contacto más directo con este rincón puesto que lo sentirán más suyo al haber ayudado a completarlo.
Dentro de la creación literaria tenemos muchas estrategias que podemos utilizar en diferentes momentos del curso escolar, pero, personalmente, considero que la estrategia del libro viajero es perfecta para incluir a las familias en la educación de sus hijos. En esta estrategia se debe elegir en conjunto un tema sobre el que trabajar, la primera página será ilustrada por nosotras, las maestras, y las siguientes las ilustraran los niños con ayuda de sus familias. Cuando se considere que el libro está terminado, se encuadernará y se colocará en el rincón de lectura para que todos los niños y niñas del aula lo disfruten.
Centrándome en la actividad que tuvimos que realizar, debo decir que al principio estuve muy asustada porque llevarla a cabo suponía tener una gran imaginación y creatividad que, lamentablemente, muchas veces tengo la sensación de que he perdido ambas facultades. Mi temor fue aun más grande cuando decidí llevar a cabo la actividad con la colaboración de mi hermana pequeña y sus ideas al principio no tenían ningún sentido ni relación. No obstante, después de darle muchas vueltas a las diferentes ideas que me dio pude obtener un resultado final del cual me siento muy orgullosa porque todos los temores que tenía al principio de la actividad se esfumaron y dieron paso al entendimiento infantil.
Los niños de infantil tienen una gran capacidad que debemos devolverles y, además, fomentarla. Siempre he creído que de los niños podemos aprender muchas cosas y ver el mundo con otros ojos que la mayoría de nosotros, los adultos, hace mucho hemos perdido. Creo que respetar la infancia significa respetar su imaginación, su creatividad, su capacidad y habilidad. Los niños siempre han sido los maestros de vida de los adultos, cada día me sorprendo más de todo lo que puedo aprender de mi hermana que, aunque para ella sea algo ¨normal¨, para mi es algo increíble y, con esta actividad, he podido entrar en su mundo y en su forma de verlo que yo ni siquiera era capaz de comprender ni ver.
Como dije en la entrada individual de esta actividad, nunca me imaginé creando literatura para los niños, ni con ellos. Sin embargo, ahora reflexionando sobre la actividad y sobre lo que he podido ver y aprender, considero que llevar a nuestras aulas la gran estrategia de creación literaria es fundamental no solamente para fomentar la imaginación, creatividad y fantasía de los niños, sino que también para que las maestras podamos entrar en sus mundos y, así, conocer y conectar mucho más con nuestros alumnos y alumnas.
Antes de pasar a exponer los dos
siguientes bloques, he de mencionar que, a pesar de estar matriculada en la
modalidad semipresencial, estos bloque los he llevado a cabo en la fase ABPI de
la modalidad presencial. Por lo que, hablaré de ellos desde mi vivencia en las
prácticas y del trabajo en grupo.
El cuarto bloque se trataba de crear una
biblioteca de aula, es decir, de exponer cómo diseñaríamos nosotros el rincón
de lectura, dónde estaría situado, qué libros literarios ofreceríamos a los
niños y niñas de nuestras aulas, cuándo los niños podrían entrar en contacto
con este espacio, cuándo y cómo se llevaría a cabo la hora del cuento, en qué
momentos se les permitiría el contacto libre con los libros, cuándo podrían
llevarlos a casa, cómo se realizaría el registro y cuándo se convertirían en autores
de manera que colaborasen de manera activa para completar el rincón.
En esta actividad lo que hicimos con mi
grupo fue, primero, leer el documento de teoría donde se nos explicaba cómo podíamos
dar vida a la biblioteca de aula, al mismo tiempo, fuimos aportando ideas según
imaginábamos este espacio y, también, según lo que habíamos podido observar en
las prácticas.
Con esta cuarta actividad he podido asentar
la importancia que ya le otorgaba, poco a poco, a la biblioteca de aula porque,
tal y como decimos en nuestro trabajo, es un elemento fundamental en el proceso
de enseñanza - aprendizaje de los niños y niñas.
He podido descubrir que dónde situemos
el rincón de lectura es primordial para seguir fomentando el contacto con la
literatura que ya tienen formada los niños. Necesitamos que los niños disfruten
de las lecturas al máximo posible y, por ello, debemos ofrecerles libros que se
adapten a sus necesidad evolutivas y madurativas, a sus intereses y a sus
gustos.
Algo que pude comprobar en las prácticas
es que, muchas veces, los niños disfrutan mucho más de la narración de un cuento
al aire libre que encerrados en una clase. Pero, para ello, debemos elegir un
espacio que les transmita seguridad y comodidad y, además, debe ser un espacio
acogedor y tranquilo. Por esto, diseñar y decorar el rincón de lectura es tan
importante porque, a través de los estímulos que les ofrecemos los niños pueden
estar más o menos abiertos a imaginar y fantasear sobre lo que se les está
contando.
Nosotras habíamos pensado que el rincón
de lectura debía ser, físicamente, parecido a una tienda india, pero con una
mayor abertura de tal manera que se sientan cómodos y seguros, pero al mismo
tiempo tuviesen un poco de intimidad y tranquilidad. También, creemos que este
espacio debe contar con unos cojines para que los niños puedan sentarse y, fomentar
su comodidad cuando estén realizando la lectura.
Como sabemos, los niños de infantil, se
están iniciando en la lecto-escritura y, por lo tanto, todavía no leen las
palabras escritas, sin embargo, observando las imágenes ellos pueden ir recreando
la historia. Por ello, sería necesario que los libros que les presentemos sean
libros donde predominen las ilustraciones antes que el texto.
También hemos pensado que colocar los
libros en estantería y cajas que se encuentren a su altura, sería lo ideal para
fomentar el acceso de manera autónoma a este espacio y, así, tengan más interés
por hacer un mayor uso de él. Además, los libros están colocados de tal manera
que accedan a ellos desde la portada y no desde el lomo, ya que si se los
presentamos desde el lateral solo van a contemplar una serie de letras que
pueden generar un desinterés en el libro.
En nuestro rincón, se pueden encontrar tanto libros literarios como paraliterarios y no literarios. Como esto ya lo expliqué en el bloque 1, no me voy a expandir mucho en este tema, lo único a lo que quiero volver a hacer mención es a que, como futuras maestras, debemos tener comprender estos conceptos porque, sino, podemos ofrecer a nuestros alumnos más libros paraliterarios que literarios, provocando que en estos cuentos encuentren aprendizajes didácticos y morales, y no disfruten de la lectura como lo harían con los libros literarios.
Pero, además, nuestro rincón también estaría formado por los cuentos que los niños traigan de sus casa y quieran compartir con sus compañeros de clase. Estos libros deben traer el nombre puesto para que, al final del semestre, sean devueltos a sus respectivos dueños.
Por otra parte, como grupo, llegamos al
acuerdo de que la hora del cuento se debía realizar al inicio de la clase para poder
captar toda la atención de los alumnos y alumnas y, además, podría ser nuestra
manera de dar la bienvenida a clase y el inicio de un nuevo día. Claramente,
los niños tendrían acceso al rincón de lectura siempre que quisiesen, aunque sería
ideal que lo utilizasen en sus momentos de descanso o cuando hubiesen terminado
alguna actividad, es decir, en sus momentos libres. Esto se debe a que, como ya
sabemos, las clases del segundo ciclo de infantil suelen contar con un horario
que los niños deben cumplir y, por lo tanto, se les limita hacer uso de este
espacio, aunque para nosotras sería ideal que lo ocupasen siempre que quisiesen.
Decidimos que los niños y las niñas
podrían llevarse a casa un libro los viernes y, se devolverían a la clase los
lunes. Sin embargo, para que no hubiese un desorden y no saber quién se había llevado
determinado libro, decidimos que, los niños, tendrían al lado de la estantería un
cartel con sus fotos y una cajita donde estarían las imágenes de los libros,
por lo que pegarían la imagen del libro al lado de su foto. Este registro aviva
su autonomía en este espacio y, además, les proporciona una responsabilidad que,
a estas edades, es tan importante fomentar porque los niños siempre están dispuestos
a participar y ayudar en diferentes tareas.
Por último, nosotras llegamos a
considerar que los niños se convertirían en autores de creaciones literarias en
el segundo trimestre porque, en el primer trimestre, ya deberíamos de haber creado
un acercamiento con la literatura. Además, en nuestra entrada explicamos las
estrategias que utilizaríamos con los niños para llevar a cabo esta creación.
Con esta actividad, he podido aprender
mucho más de lo que supone la organización y el funcionamiento de la biblioteca
de aula. Como futura docente, he de decir que no me llegue a imaginar que tener
que gestionar, preparar y modificar estos espacios iban a ser de vital
importancia porque tenía la visión de que las maestras debíamos leerles un
cuento a los niños y hasta ahí llegaba nuestra labor. Sin embargo, ahora
comprendo porque es tan importante que seamos nosotras quienes preparen este espacio
para los alumnos y, además, contemos con la colaboración de ellos.
Creo que, ahora tengo más claro cómo acercar a los niños a la literatura y los pasos que debo seguir para poder fomentar en ellos el interés por este rincón y la curiosidad por los diferentes libros que les ofrecemos.
En el quinto y último bloque, debíamos realizar una lectura de un libro literario en nuestra aula de prácticas. Para llevar a cabo esta actividad tuvimos que informarnos previamente con la teoría y los apuntes que nos proporcionó Irune sobre las estrategias que podíamos utilizar para narrar, relatar, leer o contar el cuento y, además, dejar una constancia escrita de cómo llevamos a cabo el proceso de preparación y cuales fueron las respuestas de los niños y niñas a nuestra lectura.
Al igual que con el tercer bloque, creo
que este último bloque ha sido uno de mis favoritos puesto que, pude poner en
práctica todo lo que había preparado previamente y todo lo que hemos visto a lo
largo de toda la asignatura de Literatura Infantil.
El cuento que yo elegí para leerles fue
uno que escogí de la biblioteca del centro en el que hice las prácticas. El libro
se titulaba Un Bicho Raro. Cuando vi este cuento me pareció muy
divertido y, sobre todo, que era el adecuado para los niños de mi clase que tenían
2-3 años.
Como esta actividad la realicé dos semanas
después de haber iniciado las prácticas, pude elegirlo en base a las
necesidades evolutivas de los niños, sus intereses y sus gustos, lo cual creo
que fue una gran ventaja puesto que, experimentas todo el proceso que deberás hacer
en un futuro con tu aula.
Debo confesar que cuando me estaba
preparando el libro, practicando la estrategia que había elegido y la modulación
de voz, los cambios que iba a realizar en el cuento, las intervenciones y las
preguntas que haría al final, me encontraba muy nerviosa y con un poco de miedo
porque, a pesar de conocer a los niños, no tenía esa seguridad de que les fuese
a gustar la historia o si de sería capaz de contarla tal y como lo había
preparado.
Sin embargo, cuando llegó el día de leerles
el cuento me dí cuenta de que no era para tanto porque los niños disfrutaban
mucho de la lectura y de la historia. La verdad es que me considero muy afortunada
de haber tenido unos niños que son muy participativos en estos tipos de
actividades, por lo que la interacción antes, durante y después del cuento fue
más fácil de lo que yo me había imaginado en un principio.
Por otra parte, aprendí que, tal y cómo
decía mi tutora, las cosas no siempre salen como tienes planificadas, algunas veces
salen mejor, otras peor, pero de todo se aprende. Es verdad, que la narración
no fue exactamente como yo había ensayado, es más en muchas ocasiones me olvidé
del guion que tenía preparado y, como me había ¨estudiado¨ el cuento previamente,
pude modificarlo e improvisar mientras lo narraba.
Otra de las cosas que aprendí fue eso
que ¨estudiarte¨ el libro, o mejor dicho, conocer el libro en profundidad es de
gran ayuda porque eres capaz de seguir el hilo de la historia mientras haces
contacto visual con los niños y captas su atención.
La verdad es que de esta actividad he
aprendido muchas cosas y he adquirido habilidades que desconocía y que no sabía
que era capaz de desarrollar. También he podido entender que leer un libro no
es simplemente contar un cuento, sino que debemos practicar antes cómo vamos a
narrarlo, que vamos a necesitar y, sobre todo, cómo vamos a modular la voz para
causar una mayor intriga y curiosidad en los niños.
Si nosotros le damos importancia a la
literatura, a nuestro rincón de lectura y a los libros, entonces los niños se
la darán.
Creo que uno de los mejores recuerdos que guardo fueron las respuestas de los niños cuando interactuaba con ellos antes y durante la historia, pero también las respuestas que daban a las cuestiones que les realicé al final de la lectura. También, recuerdo las caritas que ponían en determinados momentos de la narración y, creo, que eso es lo que debemos provocar en los niños tanto si les contamos los cuentos como si los leen ellos.
Después de haber reflexionado sobre las
actividades que hemos realizado en los bloque y sobre la teoría que hemos dado
en ellas, debo decir que mi mirada hacia la literatura, tanto infantil como a
la de adultos, ha dado un giro de 360º.
Como a muchos de mis compañeros y, seguramente,
muchas personas, mis profesores de lengua y literatura del instituto causaron
en mi un desinterés por la literatura provocando que me pierda de toda la
belleza artística que nos transmite. Sin embargo, gracias a Irune y, la manera
en la que hemos trabajo la asignatura, he podido volver a interesarme y
conectar con ella.
Hemos estado tan acostumbrados a leer un
libro que no nos interesaba en absoluto y, después a hacer un resumen y un examen
sobre él o, a veces, teníamos que hacer un trabajo sobre la lectura realizada
que todo estas actividades reducían mi interés por leer. Creo que, sólo ha
habido un libro, que me regalaron mis abuelos por navidades, que me causo un
gran interés en él y no puede parar de leerlo hasta acabarlo.
Me gustaría volver a conectar con la literatura de la manera que lo hice con ese libro y, además, poder transmitirles a mis alumnos y alumnas una pasión por la literatura como Irune ha vuelto a crear en mí. Puesto que, una maestra que tiene un hábito de lectura y disfruta de ella tiene, en mi opinión, una ventaja para poder iniciar en sus alumnos un contacto con la literatura.
Tal y cómo dije en un principio, debemos
ir dando pequeños pasos en la literatura infantil para poder crear un contacto
estable entre los niños y la literatura. Por ello, como hemos aprendido, lo primero
que debemos hacer es elegir y diseñar un rincón de lectura que les transmita
seguridad, tranquilidad, comodidad e intimidad para que mientras leen puedan
disfrutar e imaginar todo lo que perciben a través de las ilustraciones de los
cuentos.
Una vez que tengamos este espacio ya decorado, diseñado y creado, debemos pasar a añadir libros literarios, paraliterarios y no literarios en la biblioteca de aula. Sin embargo, como es natural, no vamos a conocer los gustos e intereses de nuestros alumnos de manera inmediata, sino que les iremos conociendo en profundidad, probablemente, entre las primeras semanas y el primer mes. Por ello, los libros que integren la biblioteca de aula, deberán ser adecuados a las características evolutivas y madurativas de los niños y niñas que estén en nuestra clase.
Más adelante, cuando consideremos que
los niños están preparados para iniciar la creación literaria, podemos llevarla
a cabo con ellos y, así, sentirán el rincón suyo. Además, también podemos
pedirles que nos ayuden a completarlo trayendo el libro que más les guste para
compartirlo con sus compañeros.
Pero, después, según vayamos conociendo
a los niños no sólo escogeremos los cuentos en base a las características evolutivas
y a sus necesidades madurativas, sino que también los elegiremos en base a sus
gustos e intereses. Lo más importante que debemos tener en cuenta del rincón de
lectura es que es modificable en base a estos aspectos de los niños.
Otro de los aspectos que debemos tener
presentes en nuestro futuro, es que los cuentos folclóricos también tienen una gran
importancia en nuestras aulas puesto que, como he dicho antes, cumplen una función
muy importante la cual es devolver a los niños la vivencia de la palabra que ha
perdurado durante generaciones y que les hace participes de su cultura. ´
Además, cuando les narramos un cuento
folclórico o cualquier otro cuento, debemos de hacerlo en un sitio donde los
niños se sientan seguros y, además, receptivos a la lectura que se está realizando.
Sin embargo, en algunas ocasiones, sobre todo en los cuentos folclóricos, es
necesario realizar adaptaciones para que los libros o cuentos cumplan con las necesidades
de los niños y, el lenguaje utilizado, sea el adecuado a su edad.
Por otra parte, también sabemos que deberemos preparar las estrategias que vamos a utilizar cuando les contemos un libro literario o paraliterario ya que, solo si lo hemos practicado previamente, seremos capaces de realizar intervenciones en momentos claves del cuento y de hacer las preguntas adecuadas para que nosotras conozcamos lo que los niños han descubierto y percibido de la historia narrada.
Por lo que, todo lo que he aprendido en estos cinco bloques lo pondría en práctica de la manera en que lo he explicado, aunque seguramente, al igual que cuando realice la narración, muchas cosas cambiarán dependiendo de la situación en la que nos encontremos.
Para concluir, he de decir que en un
futuro, tanto en las prácticas como en mi profesión, tendré muy en cuenta y llevaré
a la práctica todo lo que hemos aprendido en estos cinco bloques porque, como
he podido observar en el último bloque, para llevar a cabo una buena narración
necesitamos saber elegir bien un libro tanto si es literario como si es paraliterario,
debemos analizarlo para conocerlo en profundidad y, así, ofrecerles a nuestros
alumnos y alumnas una narración completar sin perder la fantasía y la magia del
cuento, y tenemos que elegir y preparar el lugar adecuado para realizar la hora
del cuento y donde los niños tendrán un acercamiento y un contacto estrecho con
la literatura.
Por lo que estoy segura de que todo lo
que he aprendido con esta asignatura la seguiré poniendo en práctica e incluso perfeccionándola
en un futuro.
Para finalizar esta última entrada, dejare algunos enlaces que he utilizado en la elaboración de las entradas anteriores y que me han ayudado bastante.
REFERENCIAS:
Etapas del desarrollo para niños de 4 años | Cigna. (2020). Cigna.com.
Sandra Luz Martorelli. (2012). Características del niño y la niña de 4 años. Blogspot.com.
Etapas del desarrollo para niños de 5 años | Cigna. (2020). Cigna.com. https://www.cigna.com/individuals-families/health-wellness/hw-en-espanol/temas-de-salud/etapas-del-desarrollo-para-ninos-de-5-anos-ue5316
CDC. (2019, June 18). CDC. Centers for Disease Control and Prevention.
https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/actearly/milestones/milestones-5yr.html
Rafael López Borrego. (2021a, February 20). La inspiración de Elmer de David McKee. Blogspot.com.
http://arteparaninnos.blogspot.com/2018/07/la-inspiracion-de-elmer-de-david-mckee.html
Un artículo estupendo, Mercedes. Enhorabuena.
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